El marketing tradicional, ahora, ¿sirve para algo?



El marketing tradicional, ahora, ¿sirve para algo?
Transcripción del Vídeo:
Permítame que me presente: estoy pasado de moda.
Represento el valor de la tradición, si es que esta sirve para algo.
Quizás «utilidad» es cuestión de opiniones pero, ¿es igual en el mundo del marketing?
Desde hace cerca de 20 años trabajo en marketing. Desde ese lugar me he acercado al neuromarketing intentando encontrar respuestas a cuestiones que parecían no quedar claras con las técnicas tradicionales.
¿Qué me encontrado? Lo primero, que se activan posibles soluciones desde la neurociencia; se aplican métodos científicos a los experimentos que dan lugar a las teorías; se considera al individuo como un conjunto de emociones donde el inconsciente tiene un gran poder en la toma decisiones; se aprenden técnicas con las que llevar a estimular áreas del cerebro responsables de pensamientos y acciones.
El camino es prometedor, pero ¿es suficiente como para abandonar las técnicas del marketing tradicional? Ni mucho menos.
Sin negar que el neuromarketing es una aportación valiosa, en una dirección prometedora, quiero trasladaros mi opinión: hay mucho humo detrás.
Posiblemente porque el efecto de la moda pretenda ser aprovechado hasta el límite por unos cuantos.
Pero no sólo es cuestión de humo, hay constante evolución y, por lo tanto, las teorías se quedan rápidamente obsoletas.
Donde se creía que el cerebro estaba especializado, ahora parece que no.
Donde no se había considerado la importancia del cuerpo y el movimiento en la generación de emociones y comportamientos, ahora sí.
A todo esto se le rodea de batas blancas, costosos y aparatosos equipos, cada día menos pero aún falta, donde el número de sujetos sometidos a estudio siempre ronda una cantidad bien pequeñita y bastante alejada de lo que podría entenderse como una muestra significativa.
Sin contar con la impresión que causan las personas sometidas a estudio, los electrodos en la cabeza, los aparatos magnéticos, el saber que te siguen con la mirada, o se analiza la conductancia de tu piel.
Y al final, todos estos datos también hay que interpretarlos, y en la interpretación volvemos a estar los de siempre: nosotros, tú y yo incluidos, siempre que nos dedicamos a esto.
La misma interpretación requieren los resultados con electrodos que los que vienen de una encuesta telefónica a 2.
000 individuos.
¡Viva el ser humano y viva lo tradicional! Volviendo al lado positivo de las cosas, que no tiene mucho, la aplicación práctica de la neurociencia al marketing puede tener – y tiene, bien aplicado – efectos tremendamente positivos sobre los resultados del marketing tradicional que, hoy por hoy y quizás por mucho tiempo, siga siendo la base con la que las empresas y los consumidores conectan e interactúan, eso sí, cada vez desde un plano más emocional.
Gracias al neuromarketing.
Fuente: Youtube (El marketing tradicional, ahora, ¿sirve para algo? (URJCx))
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